skip to main |
skip to sidebar
La particular visión de El País sobre Bolivia
El gobierno boliviano acaba de celebrar unas elecciones a la asamblea constituyente. En el poco tiempo que el gobierno formado por el MAS (Movimiento al socialismo) lleva al frente del país, el nombre de Evo Morales se ha hecho mundialmente conocido.
Primero recordamos las reacciones de buena parte de la prensa española cuando Evo hizo su primera visita al estado español, todo por que no llevaba corbata, también recordamos cuando le dijó a las multinacionales que ya está bien de robar unos recursos naturales que no son suyos y recordamos las reacciones de los políticos de aquí y allá, incluyendo a ZP al que se le hinchó la vena fascista del disgusto que se llevó.
El País nos cuenta ahora que hay que evitar que "Bolivia cayera en las derivas poco democráticas de Chávez en el diseño y en la aplicación de la nueva Constitución", curiosa forma de entender la democracia tienen, ya que uno de los impulsos que ha dado Venezuela ha sido el de la participación popular en las decisiones políticas. Pero sobre todo dan saltos de alegría por que la oligarquía boliviana conserva los escaños suficientes como para poder oponerse a las reformas constitucionales y perpetuar así el saqueo de los recursos bolivianos.
Sentencia El País "Con Morales se puede y se debe llegar a un acuerdo", por supuesto que se podrá llegar pero que tendrán que ir olvidándose de eso de creerse los dueños de todos los recursos naturales de Bolivia, por que el gobierno de Evo ya ha dicho "hasta aquí hemos llegado".
Morales hace tablas
EL PAÍS - Opinión - 04-07-2006
Todas las fuerzas se han declarado vencedoras en las elecciones bolivianas del domingo a la Constituyente, así como en el referéndum sobre la autonomía del oriente del país andino. Y cuando todos dicen que han ganado, es que todos están descontentos. A falta de resultados oficiales, el Movimiento Al Socialismo (MAS) del presidente Evo Morales ha obtenido cerca de un 60% de los sufragios, pero por debajo de los dos tercios que necesitaría para redactar sin tener que pactar la nueva Constitución, unos 130-135 escaños en una cámara de 255, cuando precisaría casi 170. Igualmente, aunque en el referéndum sobre la ampliación de la autonomía a las provincias orientales, en torno a la populosa Santa Cruz, ha ganado también el no con un 56%, lo que cuenta es que, aun venciendo en las cinco provincias occidentales, ha perdido con porcentajes superiores al 70% en el oriente, allí donde más se teme la indigenización de Bolivia que preconiza Evo Morales.
La Constituyente se reunirá el próximo 6 de agosto y dispondrá de seis meses a un año para redactar un texto en el que el presidente desea que se consagre la recuperación de los hidrocarburos, tras la nacionalización el 1 de mayo de los yacimientos explotados mayoritariamente por la Petrobras brasileña y la Repsol-YPF hispano-argentina. Las compañías tienen ahora 180 días para renegociar los contratos. Aún con el control en manos bolivianas y la mayor participación de La Paz en los beneficios, que ya se ha elevado de un 50% a un 82%, se trata de que haya, sin embargo, algún margen para interesar a la inversión extranjera.
El Gobierno español se ha alegrado, oficiosamente, de que Morales no haya arrasado, porque entiende que tendrá ahora que pactar con la coalición opositora Podemos, que tiene 64 escaños, tanto sobre los hidrocarburos como la autonomía, que, irónicamente, está inspirada en la descentralización española. Y de ello espera una moderación negociadora.
Es obvio, tanto para el Gobierno de España como para el conjunto de la Unión Europea y Estados Unidos, así como para América Latina, que a todos conviene la consolidación del Ejecutivo boliviano. No ya porque Bolivia tiene derecho a explotar su gas, sino porque un fracaso del reformismo de Morales podría dar paso en un futuro a un giro mucho más radical de la opinión.
Sería muy negativo que Bolivia cayera en las derivas poco democráticas de Chávez en el diseño y en la aplicación de la nueva Constitución. Con Morales se puede y se debe llegar a un acuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario