ENTREVISTA * Iñaki de Juana Chaos, preso político hospitalizado en Algeciras
«Todas las medidas que han tomado han sido violentando mi voluntad»
·«El subdirector médico de la prisión ya me aclaró que no dejaría que pasara los 50 días»
Iñaki de Juana Chaos fue ingresado el pasado martes en el hospital de Algeciras y desde el miércoles recibe alimentación por vía intravenosa. GARA publica hoy una entrevista en exclusiva con el preso, fechada y datada el pasado 14 de setiembre en la cárcel de Algeciras, cuando el donostiarra llevaba ya 38 días sin ingerir alimentos. De Juana aclara en la entrevista que todas las medidas que los equipos médicos han tomado con él «y las que vengan» han sido realizadas contra su voluntad.
El pasado 7 de agosto empezó una huelga de hambre indefinida. ¿Cuáles han sido las razones principales que le han empujado a ello? Han sido cuatro: el convencimiento de que la jurisprudencia que se cree en este asunto afectará a todos los presos políticos y a la libertad de expresión y no sólo a mí; la seguridad de que no perjudico a nadie y que las consecuencias positivas serán para todos y las negativas exclusivamente para mí; la íntima necesidad de decir basta a tanta agresión; y exigir la excarcelación después de dos años cumplida la condena.
En vez de elegir otro modo de lucha, optó por la forma de protesta más dura... Las formas de lucha de un preso son muy limitadas: chapeos, plantes, huelgas de hambre y alguna otra cosa puramente testimonial. Desgraciadamente, aunque también con muchas limitaciones, lo único que puede ser tomado en serio como denuncia y presión es poner tu vida en manos de la Administración. Y de cara al exterior es lo que más se entiende, precisamente por su dureza.
Lleva ya más de un mes sin comer. ¿Cómo ha pasado este tiempo? Muy rápido, por la enorme motivación que tengo. Muy fuerte y animado. Físicamente, con el desgaste normal, pero sicológicamente con mayor convencimiento que cuando tomé la decisión.
La Audiencia Nacional española ordenó que fuera llevado a un centro hospitalario para ser sometido a diferentes pruebas, así como que sea alimentado incluso en contra de su voluntad. ¿Cuál es su opinión? A día de hoy, 14 de setiembre, me han sacado al hospital las dos primeras semanas, a hacerme electrocardiogramas y diversas analíticas; pues me niego a ello voluntariamente para no colaborar con un equipo médico que es el mismo dispuesto a actuar contra mi voluntad y por la fuerza. Después de esas dos semanas, las pruebas me las están haciendo en prisión, pero siempre con el amparo que les da el auto de la Audiencia Nacional.
La AN ha dictado hasta ahora dos autos: uno del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria y otro de la Sala Primera de lo Penal. Ambos son para que me trasladen al hospital cuando quieran y me hagan todo tipo de pruebas.
Hasta ahora no han dictado el de la alimentación forzosa, pero ya han dicho que lo dictarán y no creo que tarden mucho, pues el mismo subdirector médico de la prisión me ha informado que de ninguna manera dejarán que pase de los 50 días sin alimentarme a la fuerza.
Tanto las medidas que han tomado hasta ahora como las que vengan están violentando injustamente mi voluntad, por mucho respaldo constitucional que tengan. No sólo tortura sicológica, por lo que supone de violación de tu voluntad, sino física, violación de tu cuerpo, porque lo hacen por la fuerza física. Además, estas medidas prolongan el sufrimiento pero no garantizan la vida, y mucho menos una vida sana y en condiciones.
Uno de los autos se justificaba en sus antecedentes médicos de «insuficiencia renal»... A comienzos de los años 90, en la prisión de Salto del Negro se mantuvieron una serie de borrokas muy duras. Durante el año 92, participé en tres largas huelgas de hambre. Otros compañeros, Esteban, Tapia, Garratz... hicieron más que yo, antes y después de mi estancia allí.
En la tercera y última huelga de hambre que participé, a los cuarenta y tantos días tuve una insuficiencia renal grave. Me pusieron suero a la fuerza y me sacaron de urgencia de aquella prisión. Debí de estar fastidiado porque me acompañó un médico durante toda la travesía en barco y, luego, en ambulancia hasta la enfermería de la prisión de Málaga, donde me tuvieron mes y medio hasta recuperarme.
Como es sabido, cuando los riñones se paran la lesión es definitiva, pero los míos no llegaron a ese punto. Las lesiones fueron reversibles y me recuperé totalmente. Después de catorce años, Instituciones Penitenciarias ha desempolvado esta situación pasada y es el expediente médico que ha mandado a la Audiencia Nacional para justificar las medidas adoptadas con tanta celeridad.De aquí la redacción del auto.
Pero quiero dejar bien claro que en el momento de comenzar la huelga de hambre mi salud era perfecta, sin la más mínima enfermedad.
Ha demostrado una total determinación en seguir adelante con la huelga de hambre. ¿En qué basa la firmeza de su decisión? En que es el único arma que tengo. No sé lo que sucederá en esta situación. Dependerá de diversos factores. Pero tengo la seguridad de que la otra alternativa es la cadena perpetua y la muerte de viejo en prisión. Prefiero pelear y se verá. En cualquier caso, luchar ya es ganar. Pero no quiero que esta decisión se tome como una medida desesperada, porque no lo es. Es un combate.
Desde que comenzó su protesta se han realizado muchos actos en las calles. ¿Qué valor tienen estos gestos de solidaridad? ¿Le llega el calor de la calle? Sí. Me llega. Tienen muchísima importancia para mi estado de ánimo y para la posible, aunque difícil, resolución de esta si- tuación.Estoy inmensamente agradecido. Pero también soy consciente de que, como debe de ser, sólo una pequeña parte es por mí. La solidaridad es con todos y todas los encarcelados políticos y con todo represaliado por sus ideas. Lo que sucede es que mi situación es una de las más llamativas, porque escandalosas son todas. Y en este momento parece que ha sido un revulsivo ante el hartazgo de tanto inmovilismo y agresión.
Hasta ahora se han sucedido los ataques contra el Colectivo de Presos Políticos Vascos y sus condiciones de vida. ¿Qué lectura realiza de esta situación y cómo ve al conjunto del Colectivo? Yo no soy quien para opinar del Colectivo en su conjunto. Eso sólo lo pueden y deben hacer los compañeros nombrados oficialmente como representantes de todos los presos y presas políticos vascos.Además, sinceramente, sería un atrevimiento por mi parte contestar a esto porque, aunque parezca extraño, no lo sé. Me refiero a que, después de la dispersión, casi siempre he estado en departamentos de aislamiento con un número limitado de compañeros, así que sólo sé lo que piensan unos pocos.
Particularmente, creo que el Estado hace años, y especialmente los tres últimos, lo que hace es llenar el saco de los rehenes; para luego, si llega el caso, ir desatándolo poco a poco, con cuentagotas. Y dilatar durante años, manteniendo el chantaje, cualquier proceso de resolución del conflicto.Vender como gestos de generosidad los mismos pasos represivos que había dado y, después de años, llegar a la misma situación en la que estábamos hace quince.
Pero, sin hablar en nombre de nadie, lo que sí sé, como cualquier observador, es que el Colectivo ha resistido todo tipo de agresiones desde hace casi treinta años, y las seguirá resisitiendo.
En su caso se han utilizado dos artículos de opinión para reclamar una nueva condena de 96 años... Pero por lo primero que no me soltaron fue porque anularon resoluciones judiciales firmes relativas a redenciones por estudios. Cuando esto no les daba más juego porque estaba creando incluso contradicciones entre los jueces, y todavía no estaba la «doctrina Parot» del Tribunal Supremo, se sacaron lo de los artículos. Lo que hiciera falta para llenar el saco. Que no salga nadie. O, al menos, que no salga nadie que no quieran que salga.
Ultimamente, responsables políticos e institucionales vascos han hecho declaraciones pidiendo la repatriación o, al menos, el acercamiento. ¿Cómo entiende estas manifestaciones? Como fuegos de artificio.Pura hipocresía. Porque se quedan en declaraciones, los hechos no corresponden. No toman medidas efectivas que den credi- bilidad. Además, no hay que olvidar que todos esos responsables políticos son copartícipes de la dispersión, del sufrimiento, de las muertes, en la cárcel y de familiares y amigos, de los accidentes, de las cargas económicas...
La única que siempre ha estado al lado de los presos y presas ha sido la izquierda abertzale, y no hay que olvidarlo ni distraerse con palabrerías. Lo que sucede es que, en una actitud de inmensa indignidad, una más, todos esos responsables políticos buscan una posible capitalización política del futurible hecho de que algún día se produzca la repatriación.
¿Tiene esperanzas de que la presión popular consiga algo de cara al Colectivo? Particularmente, de los dirigentes españoles no espero nada más que represión. Tampoco de los colaboracionistas vascongados y navarristas. Como siempre, la izquierda abertzale deberá afrontar los problemas y resolverlos en solitario y con sus propias fuerzas. Como siempre, luchando y sacrificándose. Luchar y rebelarse es no dejarse asimilar. Es resistir. Y a la larga vencer. -
1 comentario:
bueno un poquito de copy&paste por mi parte, pongo un comunicado de apoyo de la gente del PCE(r) y de los GRAPO a iñaki de juana y al colectivo de presos politicos vascos en general, que aunque está todo dicho ya, creo que tampoco está de más ;).
Cuando este más inspirado pongo algún comentario que este un poquito currado.. venga, agures!!
Colectivo de presos políticos del PCE (r) y de los GRAPO
30 de agosto de 2006
En el mismo día en que se publicaba la noticia de la concesión del tercer grado penitenciario a uno de los jefes de la guerra sucia, el tribunal especial para la represión de la disidencia política, la Audiencia Nacional, emitía una orden para que se aplicase a De Juana Chaos la alimentación forzosa en la huelga de hambre que lleva a cabo como denuncia de la prolongación de su secuestro legal.
Esta especialidad de tortura aplicada a los huelguistas de hambre fue refrendada, como ahora recordaba la propia Audiencia, por el Tribunal Supremo y, posteriormente, por el Tribunal Constitucional, presidido en esos momentos por Tomás y Valiente que después sería ejecutado por ETA. La Audiencia sólo tiene memoria para recurrir al amparo de estamentos superiores cuando las medidas a aplicar son restrictivas para los presos políticos y se olvida de considerar esos mismos refrendos de los organismos superiores cuando nos favorecen. ¿¡Qué otra cosa se puede esperar de esa cueva de hampones de la injusticia!?
Pero dejémonos de lo ya consabido y centrémonos en la esencia de lo que supone la alimentación forzosa. Según el gobierno y sus expertos humanitarios la alimentación forzosa se aplica para salvaguardar la vida y la salud del huelguista. Este fue el argumento esgrimido por el inefable Múgica Herzorg, cuando se puso en práctica por primera vez en la huelga de hambre de nuestro colectivo en 1989-91 contra la dispersión y el aislamiento a que nos sometió el gobierno del PSOE. y este es el argumento que ahora se vuelve a esgrimir.
En aquella ocasión la puesta en práctica de esta medida represiva supuso el alargamiento de la huelga de hambre en 435 días, con el resultado de un muerto y numerosos lisiados de por vida. Quedó así demostrado que el cometido para el que se había aplicado la alimentación forzosa no había servido para salvaguardar la salud y la vida de los huelguistas; y que, por tanto, no era eso lo esencial de semejante medida.
Con la alimentación forzosa lo que se pretende es prolongar el sufrimiento del huelguista y quebrar su fuerza de voluntad en persistir en la denuncia: este es el objetivo fundamental de la aplicación de esa tortura.
El sufrimiento que provoca la tortura tiene una base psíquica y otra física, y una aplicación puntual o prolongada. Quienes hemos sufrido todas estas variantes de tortura estamos en condiciones de afirmar que una de las peores es la prolongación de una huelga de hambre. Las palizas y los tormentos en la comisaría sabes que son puntuales, aunque te puedan matar; la amenaza de darte un tiro en la cabeza es, igualmente, un momento de terror que no se va a prolongar por motivos obvios.
En la huelga de hambre, al sufrimiento físico de la ansiedad por comer se une el psíquico de ir midiendo en cada segundo la aproximación a la muerte. A través del tiempo el organismo comienza a desgastarse inexorablemente: los músculos se atrofian, las células se desgastan y mueren, los órganos vitales sufren una insuficiencia que se convierte en irreversible con peligro para la propia vida.
Nosotros, que ya tenemos dos mártires asesinados en huelgas de hambre (Kepa Crespo Galende y José Manuel Sevillano Martín) y numerosos paralíticos, dementes, enfermos crónicos... sabemos lo que estamos diciendo. También los expertos en tortura de los aparatos del Estado: médicos, psicólogos, psiquiatras, plumíferos, mamporreros... lo saben, y por eso nos aplican la tortura de la alimentación forzosa.
En estos momentos, a un preso político que ha emprendido una denuncia con el único arma de que dispone: la huelga de hambre, se le está aplicando la tortura de alimentarlo forzadamente para alargar su agonía y destrozar su espíritu de resistencia. ¡¡No debemos permitirlo!!
En la figura de Iñaki De Juana Chaos se refleja, en estos momentos, la de todos los presos políticos y de delito común que nos han prolongado la condena y permanecemos secuestrados hasta hacemos cumplir una cadena perpetua encubierta.
Cuando el Estado se ceba en un militante revolucionario, lo que pretende es simbolizar el escarmiento a todos los demás. Pretende, también, simbolizar su cerrazón ante las exigencias de libertades democráticas exigidas por el pueblo. Conceder esas libertades es la mejor medida humanitaria y no la alimentación forzosa. Por esto no podemos permitirlo y, como tal, en estos momentos: ¡¡todos somos De Juana Chaos!!
Debemos apoyarle y apoyar sus reivindicaciones de todas las maneras posibles, única forma de evitar que sufra daños irreparables y su situación se haga irreversible. Toda forma de denuncia y movilización es necesaria en el tiempo en que mantenga su protesta, que es la de todos los presos políticos y la de todos los demócratas y revolucionarios que no nos rendimos ante la amenaza permanente y el chantaje del Estado y su gobierno.
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