La manipulación informativa de los mass media. El caso de la manifestación del 17 de junio en Barcelona
Para acabar con este tipo de periodismo y al sistema al que sirve hay que luchar en muchos frentes y uno es en el de la defensa nuestros medios alternativos.
Manifestantes retenidos durante más de cinco horas.
Una vez más nos encontramos con la manipulación informativa en algunos periódicos. Una vez más, se ha producido, un atentado a la libertad y a los derechos humanos, una vez más un atentado contra la democracia (gobierno del pueblo) con mayúsculas. Los poderosos y sus agentes del mal, con porra o con pluma, pisan el cuello de los débiles y para después acusarlos de ser ellos los culpables de ser pisoteados.
Los titulares de diversos mass media y su discurso muestran que muchos son los mediosque desinforman o mienten directamente sobre los hechos, así, en le caso de la “no manifestación”, del domingo 17 de junio en Barcelona. [1] Pero no sólo eso, además se produce en algunos medios una grave manipulación del lenguaje y se hace de forma intencionada y malévola. El uso del término "okupa", no es arbitrario, no se usa como un termino neutro, se utiliza para estigmatizar y señalar con el dedo a toda una serie de colectivos, y más cuando se le añaden expresiones calificativas como "ilegal" o “antisistema” como si considerara que el derecho a estar contra éste fuese un delito. Y lo más grave, cuando todo el discurso periodístico es básicamente una justificación de la represión posterior. De forma que se autojustifica la acción policial, introduciendo elementos de valoración ideológica antidemocrática en todas las informaciones. Organizando el discurso de forma tal que el desenlace producido es el que corresponde a la legalidad vigente vulnerada por unos radicales y violentos. Todo ello aderezado con hechos totalmente ajenos a la realidad acaecida. Pero ya se sabe, la realidad no te debe estropear una buena noticia o tu posición ideológica. Nada nuevo, son los medios del capital y a ellos sirven.
Las palabras clave en el discurso represivo están fuertemente remarcadas en los titulares, para que se pueda pensar que existe una relación directa e implícita en la sucesión de los hechos: “manifestación-okupas-ilegales-disturbios-detenciones". La coletilla “manifestación sin incidentes” es la expresión hoy en boga para criminalizar el derecho de la libre expresión de las ideas en las calles.
En el caso de Barcelona, la referencia a la detención de una persona se extrapola a un momento inexistente de la realidad, que es cuando la manifestación acababa, y justamente esta detención se produjo antes del inicio de la misma, inicio casi inexistente, pues justo en el momento que los manifestantes intentaban comenzar la marcha son bloqueados (secuestrados seria el término más adecuado) por centenares de policías dotados de los medios represivos más contundentes, por otra parte una nueva forma de reprimir a la que no estábamos acostumbrados en esta democracia formal a la española. La retención durante horas y horas de centenares de personas por la policía en la calle. Donde el comportamiento democrático de los retenidos ha sido escrupulosamente digno y donde han sido golpeados una y otra vez, para mantenerlos en el redil, sin que nadie respondiera a esa violencia inusitada e inhumana.
La detención así explicada, es decir realizada después de la manifestación, cuando en realidad se produce antes del inicio de la misma, queda justificada ante los ojos del lector por el supuesto mal comportamiento (que repetimos no existió)de los manifestantes. Haciendo que la detención aparezca como una obligación ineludible de los Mossos d'Esquadra, cuando todos los que presentes vieron y así lo corroboran los datos, que esta detención es previa y parece formar parte de un intento de evitar la concentración, legal, momentos antes de que la manifestación empezara. Pero además, como es habitual en estos medios se remarca de forma interesada las agresiones sufridas por parte de las fuerzas policiales, sin hacer mención a las lesiones que esta forma de actuar produce en ciudadanos inocentes y que simplemente pretenden manifestar sus opiniones o, lo que e más grave, a personas que nada tenían que ver con las convocatorias. El final de este discurso periodístico nos lleva a deducir que esta serie de hechos (inexistentes en este caso) debería acabar con el encarcelamiento de los revoltosos. No hay otra solución posible.
Este discurso, de los mass media, es interiorizado por los lectores y aparece como línea argumentallógica; la represión y la prisión son la solución a los problemas sociales, no hay otra vía, es el discurso reaccionario por antonomasia, es el discurso de la derecha extrema, pero puesto en práctica por las supuestas fuerzas de izquierdas y por sus gobiernos. Esta forma de actuar abre paso a otras más contundentes y antidemocráticas como se pone de manifiesto en el caso francés, donde el discurso de la mano dura sobre determinados colectivos y la criminalización de los disidentes, inmigrantes o no, lleva a la derecha extrema de Sarkozy al Eliseo.
Pero no es este el único caso, también los medios y los gobiernos supuestamente progresistas han criminalizado el movimiento obrero y sus acciones reivindicativas, así en lugar de defender la verdad y en caso de duda, situarse al lado de los débiles, estos siempre se sitúan junto a los poderosos. Cándido y Morala dos sindicalistas combativos y defensores a ultranza de los derechos de los trabajadores asturianos hoy están entre rejas, por ejercer también el derecho de manifestación.
Todos estos hechos y la forma como se informa de los mismos en los mass media debería llevarnos a no abrir jamás un periódico, nos debería llevar a enviar democráticamente al ostracismo a estos medios de manipulación masiva que sirven a un solo amo el capital. Aún no es tarde para empezar a dejar de comprarlos,y de leerlos.
Los medios contrainformativos son la única alternativa democrática a los mass media y es obligación de todos los que defendemos la verdad y los derechos sociales darlos a conocer y usarlos como única forma de contribuir a la defensa de los derechos democráticos de todos los ciudadanos. Cuanto mayor sea nuestra influencia más difícil será que su discurso antidemocrático y legitimador llegue a las nuevas generaciones, las que hoy se informan, ya mayoritariamente, a través de internet. Es un compromiso militante de los movimientos alternativos dar apoyo oral, humano y económico a estos medios, pues son los únicos que garantizan el discurso horizontal y el libre debate.
Para acabar con este tipo de periodismo y al sistema al que sirve hay que luchar en muchos frentes y uno es en el de la defensa nuestros medios alternativos.
[1]Por ejemplo, La Vanguardia dijo: “descendieron por la Rambla”, cosa que jamás ocurrió, ya que para eso se instaló el dispositivo policial. O el AVUI que además dice que la manifestación "acaba" con la detención y insite en que se realizó la misma por la Rambla.
http://kaosenlared.net/noticia.php?id_noticia=37444
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario